El voto latino, se hace más fuerte en cada elección. Históricamente se asocia al bastión del progresismo, de los demócratas, sin embargo, en esta oportunidad resultó clave en el triunfo de Trump, ya que, si bien cerca del 45% de este optó por el republicano, también, logró dar un salto respecto al respaldo que tuvo en 2020, cuando alcanzó el 32%.
Por David Almarza.
El apoyo que tuvo el ahora nuevo presidente conlleva una gran importancia, ya que rompe el récord como candidato republicano con más apoyo latino en las elecciones estadounidenses.
Este cambio resalta una gran incógnita al respecto, acaso las preocupaciones económicas; desempleo; e inflación fueron más importantes para el votante latino que, las fuertes políticas migratorias del representante republicano.
Primero es esencial destacar la importancia e interés que Trump dio a problemas macroeconómicos, un enfoque fuerte guiado a que América vuelva a ser grande. Es por esto que se hace vital reconocer que las soluciones sólidas que el empresario propuso respecto a la economía, se convirtieron en una de las determinantes que le llevó a tener arrastre del voto latino.
Problemáticas como la inflación persistente, junto a las inquietudes por el empleo, llevaron al elector inmigrante a buscar la estabilidad prometida por el republicano, logrando incluso cifras históricas, aun en estados impensados, tales como Florida, Texas y Nevada, donde, las suposiciones giraban a una eventual preferencia al estilo demócrata, casi como una tradición, sin embargo, el paisaje demostró un vuelco total en la visión latina.
“Yo creo que, la elite académica demócrata, no ha podido comprender lo que pasa con la gente en Estados Unidos, lo cual va más allá del latino como tal, se trata de un fenómeno que sucede al ciudadano americano”, comenta Edison Otero.
Pragmatismo
“Esta elección no es un voto que actúe de manera uniforme, es un voto volátil, que se comporta de manera distinta en función de determinados intereses. En esta oportunidad lo que más valora el votante latino de Trump, es la estabilidad económica y mejorar la situación de vida”, destaca el analista político y docente de la Universidad Central, Marco Moreno.
Es decir, este es un voto que va más allá de la identidad latina como tal y, se explica, con la elección y la búsqueda de algo concreto, en lugar de escoger solamente visiones progresistas.
Lo cual, coincide con lo visto por el académico, Edison Otero: “al latino residente en los Estados Unidos, mientras le está yendo bien, este no tiene gran interés en los otros”.
Este fenómeno puede ser explicado a través de lo que se conoce como la teoría de la escalera, la cual plantea que, una persona, al obtener beneficios va subiendo una escalera, la que posteriormente tira con el objetivo que otras personas y similares, no suban ni accedan a estos beneficios.
Lo anterior refleja en cómo el latino inserto en el país norte americano, cumple un rol de ser un ciudadano más: “las decisiones de estos latinos radican más allá de solamente la economía, y es ahí donde se produce una suerte de contradicción de lo que es ser latino y el latino que vive en Estados Unidos, este último es un habitante más, por ende, piensa en sus condiciones de vida”, comenta Moreno.
Además, el analista añade cómo resalta el individualismo del votante latino, que ya ejerce su ciudadanía en el país americano, quienes no solo prefieren apostar o probar por una buena economía, sino que, también optar por fuertes políticas migratorias y apuntar hacia aquellos que están de forma indocumentada en el país, quienes en gran mayoría son precisamente otros latinos.
Desencanto hacia los demócratas
Los últimos cuatro años han sido claves para entender el cambio de percepción de los electores respecto al partido demócrata y, sobre todo, con quien se presentaba como nueva candidata, Kamala Harris, quien junto con el gobierno de Joe Biden, no terminaron por lograr encantar ni al ciudadano local, ni al escrutador inmigrante.
El estancamiento legal que surgió en base a políticas migratorias, como DACA, fue lo que dio paso a que Trump, capitalizara ese desencanto, quedando como la alternativa para quienes desconfiaban de las promesas demócratas.
“Yo creo que, la elite académica demócrata, no ha podido comprender lo que pasa con la gente en Estados Unidos, lo cual va más allá del latino como tal, se trata de un fenómeno que sucede al ciudadano americano”, comenta Edison Otero.
Problemáticas como la inflación persistente, junto a las inquietudes por el empleo, llevaron al elector inmigrante a buscar la estabilidad prometida por el republicano.
Siguiendo en esa línea, el docente especializado en la teoría de la comunicación, el profesor Otero, también comparó la situación que vive el estilo demócrata americano con la política de Chile, “esto es similar a lo que le paso a la izquierda nacional cuando armó el primer proyecto de nueva constitución, creyeron que todo el país iba a estar de acuerdo con ellos”.
Esto se repitió nuevamente con la derecha, cuando fue el segundo proyecto de nueva constitución, “pensaron que ahora todos estarían con estos, lo cual, como sabemos, no pasó”, explica Otero.
El académico concluye que en menos de dos años, los dos sectores más fuertes del país, fueron derrotados por su propia ceguera, “como les ocurrió a los demócratas en Estados Unidos”.
Por otra parte, Moreno, argumenta que “Kamala Harris, por falta de tiempo, no pudo llegar a ese electorado latino, a quienes finalmente, no pudo convencer que ella podía mejorar las condiciones de vida”.
Se vuelve importante destacar el decaimiento que tuvieron los liberales en estas elecciones, algo que incluso viene en votaciones anteriores.
Si bien el actual presidente, Joe Biden, pertenece a esta rama política, existe una visión común entre los expertos respecto a que estos no han sabido comprender lo que la gente, el ciudadano promedio y el votante latino quieren. La visión progresista ha estado tan enfrascada en velar por el interés de minorías, que perdieron el foco en la clase trabajadora, o aquella que es parte a la gran mayoría de la nación norte americana, perdiendo incluso así su identidad como demócratas.