Martín Vargas, uno de los deportistas más destacados de Chile y, como él mismo lo dice, uno de los mejores boxeadores nacionales de la historia, hoy se recupera de un choque con una moto, ocurrido en mayo pasado, que le significó cuatro costillas rotas, pero actualmente ha mostrado una veloz mejoría.
Por: David Almarza Jara.
Vargas relata sus combates más memorables, como la polémica pelea por el título contra Miguel Canto, “esa pelea yo no la perdí, lamentablemente peleamos en su casa y le dieron ganador a él”, además, cuenta detalles inéditos sobre su vida y la importancia de la familia en su carrera, “yo siento un orgullo por mis viejos, mis padres fueron perfectos conmigo”.
Después de su retiro ¿Cómo ha sido su vida fuera del ring y cómo sigue relacionado con el mundo del boxeo?
“Ahora fuera del ring tengo una vida normal, acompañado de mis hijos y mi señora. Pero actualmente trabajo en el colegio Eduardo Frei Montalva, donde no estoy asistiendo por el tratamiento médico que me dejó el atropello”, comenta el ex campeón nacional.
Siguiendo por esa línea, Vargas relaciona su buena recuperación con el apoyo de su familia, de esta manera destaca la importancia de estos, y con una sensación de emoción aprovecha de recordar su primer respaldo, sus padres: “yo siento un orgullo por mis viejos, mis padres fueron perfectos conmigo, me dieron buena educación, y gracias a eso hoy tengo los pergaminos para decir que fui bueno”.
¿Cómo ve la evolución del boxeo en la actualidad?
“Lo que han mostrado estas nuevas generaciones no ha sido perfectamente bueno, uno como experimentado en el boxeo mundial esperaría que saliera alguno mejor que yo, como por ejemplo Carlos Cruzat, que para ser mejor que yo necesitaba lo que a mí me faltó, el título mundial”, es parte de la crítica que, con un tono de desesperanza, entrega el ex boxeador.
En relación con el deporte actual, ¿Tiene conocimiento sobre el ejercicio de las artes marciales mixtas, tal como UFC, MMA y el éxito del chileno el Jaula Bahamondes?
“A mí no me gusta ver ese tipo de eventos o peleas donde se sacan la cresta, se dan patadas en la cabeza o en la guata, a mí me gusta el boxeo, el cual sigo creyendo en que podrá levantar como campeón mundial a un chileno”, percibe Vargas con una ligera molestia.
“… (Roberto Durán) me ofreció pelear, pero yo le dije en mi categoría, no la tuya. Yo te pago un millón de dólares por cada round que me ganes, le dije”.
Regresando a su carrera como luchador, ¿Cuál ha sido el mayor desafío que enfrentó como boxeador profesional?
El oriundo de Osorno, hace memoria del combate más cercano que tuvo para quedarse con el cinturón de campeón mundial, la pelea en Mérida, México, contra Miguel Canto, “él solo me ganó 1°, 2° y 3° round, luego de eso no me ganó ni un round más, puedo jurar por mi familia, mis hijos y mi señora, que yo no perdí”.
En ese contexto, Martín destaca un hecho importante que vivió con el referee de aquel entonces, “tengo una foto con el árbitro de ese encuentro, donde él me levanta la mano a mí luego de la pelea, ahí le dije porque no me levantó la mano antes, y me dijo que, si hubiésemos estado en mi casa, me levanta la mano”.
Posterior a su presentación contra el campeón mundial quedaba solamente levantarse, ante lo cual surge un nuevo desafío, la pelea por defensa de su título sudamericano contra el panameño, Alfonso López, a quien Martín vencería en el primer asalto por nocaut.
Además, la relación del boxeador nacional con Panamá no acabaría ahí, ya que habría generado una amistad con el también exboxeador, Roberto Durán, quien le habría desafiado a pelear, “me ofreció pelear, pero yo le dije en mi categoría, no la tuya. Yo te pago un millón de dólares por cada round que me ganes, le dije”.
El sueño por el campeonato mundial seguiría en pie con el último intento contra el japonés, Yoko Gushiken, combate que usted acusaría que le drogaron ¿Cómo fue esto y en que concluyó esta acusación?
Con gran enojo, el osornino manifiesta que “yo con ese imbécil, huevón malo, no podía perder, ahí me drogaron para pelear. No me di cuenta que había peleado, recién cuando estaba en la tina con agua reaccioné”.
“A mí nadie me creyó, incluso aquí en Chile los periodistas me dejaron como mentiroso, en sus titulares ponían, el nuevo invento de Martín. Sobre la acusación, esta quedó en nada porque preferimos que así quedara, aun teniendo posibilidad de alguna investigación o para reclamar ante la AMB, pero no quise seguir”.
¿Qué impresión tiene de la miniserie Martín: El hombre y la leyenda realizada en el año 2018 sobre su vida?
“No puedo opinar al respecto, ya que no la vi. Lo que pusieron o dijeron ellos, es algo de lo que no estoy al tanto, la verdad es que estas cosas grabadas es algo que no me gusta ver”.
En ese sentido, Vargas con un tono de inseguridad y algo confundido agrega “yo de esa serie no tenía idea, la pasaron casi a espalda mía”, ante lo cual su hija, Natalia Vargas, que lo acompañó durante esta entrevista, recuerda que “hace casi 5 años atrás a mi papá le pagaron y avisaron por esta miniserie”.
Respecto a su legado y reconocimiento ¿Cómo percibe que se le ha tratado por parte del país y la gente?
“Yo con reconocimientos y homenajes no vivo. Tengo que comer tengo que alimentarme, pagar la luz y el agua, lo cual no me lo paga los reconocimientos. Si a mí hubiesen regalado una casa, diría gracias Chile por regalarme una casa, pero no, mi casa yo la compre”.
“El expresidente Patricio Aylwin me dio una pensión vitalicia, a él le agradezco mucho eso”, recuerda el ex boxeador con emoción y expresando gran gratitud.
En cuanto al cariño de las personas Martín se expresa con satisfacción, “yo me siento orgulloso con el agradecimiento de la gente, cuando me dicen que disfrutaban mis peleas. Yo movía multitudes en el país, ¿Cuando yo peleaba acaso había toque de queda?, no po’”.
Por otra parte, el peleador nacional acusa a la federación chilena “yo tengo un récord impresionante de nocauts. En la TV durante algunos eventos de boxeo, hablan de datos y sobre quien tiene más nocaut, pero no hablan de mí, eso es algo que debería pelear la Federación”.