El matrimonio igualitario ha sido una discusión que se ha extendido desde el 2017 en Chile. La urgencia que el Presidente Sebastián Piñera anunció en la última cuenta pública ayudó a que el proyecto diera un paso más. Tras casi dos meses de la solicitud del mandatario, el Senado dio luz verde al proyecto y desde la comunidad LGTBIQ+ están a la espera de conseguir el suficiente apoyo en la Cámara de Diputados para que sea despachado lo antes posible.
Desde el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) esperan que durante esta última etapa del proyecto “si hay indicaciones que no sean para destruirlo, ni tampoco para retrasarlo más, sino que sean para mejorarlo”, expresa la vocera, Javiera Zúñiga.
Además, expone que aún existe una deuda como sociedad con el resto de la agrupación, como por ejemplo con las personas trans en materia de “conocimiento, educación e integración para que todos los miembros de la comunidad puedan desarrollarse libremente sin ser discriminados”.
¿Cuáles son los puntos que destacan dentro de este proyecto de ley?
Este proyecto fue un trabajo conjunto del Movilh y distintas organizaciones con el gobierno de Bachelet, y surgió a raíz de una demanda internacional que puso el Movilh en la Corte Interamericana de Derechos Humanos en contra del Estado de Chile por prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El proyecto que ingresó el 2017 fue ampliamente trabajado con la comunidad de la diversidad sexual y los puntos importantes que tiene, en general, lo que hace el proyecto no es generar un nuevo matrimonio, ni establecer una institucionalidad distinta, lo que hace el proyecto es modificar las normas ya existentes sobre matrimonio y relacionadas con el matrimonio, de manera tal que no discrimine a las personas por su sexo u orientación sexual. La verdad es un proyecto que abarca prácticamente lo mismo que un matrimonio hoy día.
Zúñiga explica que este proyecto incluye la posibilidad de filiación de los hijos de parejas homosexuales y también el orden de los apellidos en el caso de que sean personas del mismo sexo, además de la opción de divorcio.
“Habían indicaciones de algunos senadores como Moreira, que en el fondo descuartizaban el proyecto, porque él hizo indicaciones tales como, que no podía ver filiación o no tuvieran acceso al divorcio”, plantea la vocera del Movimiento, que añade su conformidad por el rechazo que esas indicaciones tuvieron en el Senado.
¿Qué sucedería con los seguros de vida en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges?
Es lo mismo. Por ejemplo, en los temas previsionales, cuando muere o fallece uno de los que contrajo matrimonio la plata de la AFP puede ser heredable en los mismos términos. En el fondo es dar una cobertura de igual forma como existe hoy en el matrimonio en parejas heterosexuales, para parejas homosexuales.
¿Qué cambios se producirían con este proyecto en el ámbito legal?
El proyecto de ley no se llama matrimonio igualitario, ni es una nueva institución matrimonial, sino que en el fondo modifica distintos cuerpos legales y normativos para que en el matrimonio no exista discriminación por sexo u orientación sexual. Entonces lo que se hace es ir cambiando algunas terminologías, por ejemplo, respecto al matrimonio entre un hombre y una mujer, sería: los contrayentes o las personas. En lo legal la verdad es que queda en las mismas condiciones del matrimonio existentes hoy día, porque se modifican los cuerpos legales que hoy día tienen algún concepto que puede ser discriminatorio por como está planteada la normativa. No es solamente el matrimonio que está en la Ley de Matrimonio Civil, sino también viene acompañado con la normativa de sucesión por causa de muerte (que son las herencias), con la afiliación y el derecho de afiliación con niños que han sido concebidos por fecundación in vitro.
Entonces yo creo que es ahí en donde tenemos un tremendo compromiso, con los niños, porque tiene que ser más fácil para ellos. La idea es que nosotros también generemos nuevas luchas para que todos lo que vienen atrás les sea más fácil y no solo más fácil a la comunidad LGTBIQ+, sino también a las mismas personas heterosexuales que entiendan que te guste una persona de tu mismo sexo no le hace daño a nadie, que el amor no le hace daño a nadie. La educación es una de las grandes luchas por venir.
¿Cuál es el impacto que tendría para la sociedad chilena la promulgación de esta ley?
Yo creo que tiene distintos impactos. Por lo pronto, el poder dar cobertura a las familias ya existentes que son homoparentales. Hoy día existen, eso es una realidad, son familias que están completamente desprotegidas. Por lo pronto, poder otorgar a quienes quieran contraer matrimonio, porque igualmente el acuerdo de unión civil que hoy día funciona tanto para heteros y homos es una institución que va a seguir funcionando, pero es una institución distinta al matrimonio. Entonces, en lo más próximo proteger a esas familias que quieren contraer matrimonio, que tienen hijos o tienen el deseo de tener hijos, pero también buscan que estos sean reconocidos con ambos padres o ambas madres, y no solo con uno.
En general cualquier política que avance en la igualdad de derechos genera cambios culturales y cambios sociales. Durante muchos años, la homosexualidad o la bisexualidad en general han sido tabúes en nuestra sociedad y el ir alcanzando instituciones que hoy día no discriminen por orientación sexual generan también un cambio cultural, en el sentido que las personas que ven con un poquito de temor la diferencia van asimilando mejor que existen otros tipos de familias, que existen otros tipos de personas, que en el fondo todos somos distintos, pero que merecemos iguales derechos. Es un avance súper importante, porque nos lleva a construir una sociedad más diversa.
La aprobación de esta ley conlleva a un cambio en los paradigmas en los “valores de familia” que hoy día tiene la sociedad chilena ¿Cómo ven eso desde su vereda?
Yo creo que el poder reconocer los diferentes tipos de familias, no solo en cuanto a la diversidad sexual. Hoy día por ejemplo, no tenemos una definición legal de familia, se ha trabajado a través de la doctrina de ciertos conceptos que se habla de familias más amplias, pero también tenemos familias monoparentales, homoparentales, tenemos familias en donde son los abuelos quienes cuidan a los nietos y esas realidades tienen que irse visibilizando para ir transformando un poco el concepto tradicional de familia, porque las normativas y las leyes tienen que estar a disposición de los hombres y mujeres y tienen que ir también acorde a los tiempos.
En ese sentido, creemos que es súper importante ir avanzando en que la sociedad en su conjunto pueda ver la diversidad como un valor, como un aporte. Creo que ir despejando un poco esos paradigmas tan estructurados es un valor para la sociedad y sirve porque nace de procesos reflexivos, de sensibilización, de empatía por el otro.
Y la adopción homoparental ¿Está incluida en el proyecto?
Así es, lo que pasa es que hoy día la adopción está corriendo en paralelo por dos vías. Por un lado, tenemos el matrimonio igualitario que modifica ciertos cuerpos legales para evitar la discriminación y ahí está incluida la adopción, pero por otra línea, también se está discutiendo la adopción homoparental a raíz de las modificaciones al SENAME y a la Ley de Adopción. Cuando hablamos de adopción yo creo que todos estamos claros que lo más importante es el bien superior de las niñas, niños y adolescentes, ahí no hay nada que discutir. Lo mejor para ellos no tiene que ver con la orientación sexual de sus potenciales padres y eso es lo que tiene que quedar bien establecido.
¿Qué significa para la comunidad LGTBIQ+ llegar a concretar esta ley?
La verdad es que es super importante, es un gran paso llegar a reconocer a los distintos tipos de familias y un avance para alcanzar la igualdad de derechos, pero tampoco es un avance que involucre a toda la comunidad. El matrimonio igualitario es algo que estamos hace mucho tiempo esperando. Sin embargo, no es la última de nuestras luchas. Hoy día tenemos una deuda muy importante como sociedad, por ejemplo, con las personas trans, para generar verdaderas políticas de inclusión laboral. Tenemos una deuda con los protocolos que existen tanto en educación como en salud para las personas trans de respeto y buen trato sean efectivamente llevados a cabo y respetados, porque en el papel existen, pero en la práctica todavía tenemos muchísima discriminación.
Además, tenemos una deuda grande con las niñas, niños y adolescentes respecto de generar una política de educación sexual integral, donde se les explique las distintas realidades y no solamente lo que tradicionalmente se ha entendido como correcto por la tradición cultural, religiosa, etc. Porque, por ejemplo, yo recordaba cuando estaba en el colegio que había dos sexos, macho y hembra, pero nunca me enseñaron que existían las personas intersex, que son personas que no tienen una condición clínica, que no tienen una enfermedad, sino que de manera natural nacen con una genitalidad interior y otra exterior o ambas, y eso es un hecho de la naturaleza. Ellos no tienen un desgaste de su cuerpo por nacer así, por lo tanto, no es catalogado como una enfermedad, y es algo que no nos enseñan, que no nos explican cuando somos niños.
Entonces una educación abierta y clara tiene un rol importante…
Claro, porque la falta de conocimiento genera temor, lo desconocido genera temor, entonces si nosotros somos capaz de educar a nuestros niños, niñas y adolescentes según sus etapas de crecimiento y las etapas de desarrollo, no es que queramos que a un niño de dos años empezar hablarle de sexo, que no se mal entienda, pero sí generar una formación donde puedan tener realmente el conocimiento real de lo que es la orientación sexual, de lo que es la identidad de género, de que existimos distintos tipos de personas y no generar esa presión desde la infancia de por ejemplo asumir que un niño es heterosexual, porque cuando tu asumes les generas una presión a ese niño que probablemente lo va a llevar al clóset. Cuando dejemos de asumir la sexualidad de los niños, cuando dejemos de asumir sus identidades y personalidades y los dejemos simplemente desarrollarse van a haber muchos menos clóset.
¿Se refiere al Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI)?
La educación sexual obligatoria era un proyecto muy bueno, pero que fue rechazado en el congreso. Entonces la verdad es una pelea que debemos empezar a dar de nuevo, y la verdad es que es lamentable porque el conocimiento y la información es poder. Es poder de decisión, es poder de desarrollo, entonces cuando tú tienes a un niño, niña o adolescente al que tú le explicas, este puede decir tal vez “yo me identifico con esto” o “yo me siento más cercano a esto”, y va a ir descubriendo su identidad de una manera mucho menos complicada.
Entonces yo creo que es ahí en donde tenemos un tremendo compromiso, con los niños, porque tiene que ser más fácil para ellos. La idea es que nosotros también generemos nuevas luchas para que todos lo que vienen atrás les sea más fácil y no solo más fácil a la comunidad LGTBIQ+, sino también a las mismas personas heterosexuales que entiendan que te guste una persona de tu mismo sexo no le hace daño a nadie, que el amor no le hace daño a nadie. La educación es una de las grandes luchas por venir.
Por: Priscilla Riffo.
Periodista.
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